Las madres y padres son las personas que mejor conocen a sus hij@s. Y les ven cada día en sus actividades cotidianas. En la realización de las mismas muchas veces ya se puede detectar algunas dificultades. A veces, son también los profesores o educadores que se dan cuenta de ciertas dificultades que tienen los niñ@s en el colegio o en la guardería.
Como la organización eficiente de las informaciones sensoriales forma la base para el desarrollo de capacidades funcionales, pueden existir muchos resultados que pueden causar una preocupación en los padres y madres.[Más info]
Las madres y padres son las personas que mejor conocen a sus hij@s. Y les ven cada día en sus actividades cotidianas. En la realización de las mismas muchas veces ya se puede detectar algunas dificultades. A veces, son también los profesores o educadores que se dan cuenta de ciertas dificultades que tienen los niñ@s en el colegio o en la guardería.
Como la organización eficiente de las informaciones sensoriales forma la base para el desarrollo de capacidades funcionales, pueden existir muchos resultados que pueden causar una preocupación en los padres y madres.
Una perturbación en el proceso sensorial puede resultar en una actitud defensiva sensorial (búsqueda de sensaciones o evitación de las mismas: reacciones exageradas de desagrado a ciertos olores, luces, sonidos; evitar ciertas texturas en la ropa o comida; preferencias muy rígidas…), problemas en la modulación y autoregulación (nivel de actividad es demasiado alto o bajo, no adecuado para la tarea que se requiere, reacciones emocionales excesivas, demasiada excitación sin saber cómo auto-regularse y dificultad en una regulación exterior efectiva …), dificultades en la praxia (ejecución de tareas: la posibilidad de idear, organizar y ejecutar habilidades de todo tipo). Perturbaciones en el procesamiento de informaciones sensoriales pueden interferir en sus capacidades de autocuidado, del lenguaje, a nivel motor, académico y socio-emocional.